3 minutes

Una de las carreras de innovación en México es sin duda la Ingeniería en Sistemas Digitales y Robótica. El Tecnológico de Monterrey, es una de las universidades que apuesta por la innovación de dicha ingeniería promoviéndola de diversas maneras. Fue el Tec de Monterrey Campus Querétaro quien se posicionó en el concurso MEMS, realizó en Albuquerque, Nuevo México.

Concursos internacionales

Los estudiantes encargados de obtener el primer lugar, fueron Marco Antonio García Morales y Humberto Jiménez Flores.

El MEMS University Alliance Design Competition, es una competencia a nivel internacional, la cual tiene objetivo diseñar sistemas microelectromecánicos.

El equipo de alumnos presentó el proyecto “EL Zopilote: A motion-energy harvesting system”, consiguiendo la primer presea a nivel internacional, enfrentándose ante jóvenes de diferentes nacionales, incluidos países de primer mundo y con avanzado desarrollo tecnológico. Lo que habla bien de México, pues se destaca la capacidad para innovar.

El Zopilote, es un dispositivo microelectromecánico, es decir, un dispositivo cuyo mecanismo para operar mezcla elementos eléctricos y mecánicos. Tiene la capacidad de almacenar energía mecánica, que le ayuda a producir movimiento; esto se logra gracias a los movimientos basados en la cantidad de fuerza y desplazamiento del objeto, obtenidos por un resorte espiral.

La propuesta del concurso era crear un diseño de un dispositivo MEM, es decir, sistemas de giroscopios, como los que ya tiene los teléfonos inteligentes actuales. Dando la capacidad de girarlos en posición horizontal y vertical.

La propuesta de los estudiantes fue un diseño que incluye varios engranajes que hacen la función de un reloj con manecillas y cuerda.

El sistema MEM se ha incorporado a la vida diaria, pues dicho sistema se ha integrado a diferentes dispositivos como: automóviles, electrodomésticos, teléfonos inteligentes y demás avances tecnológicos de la medicina moderna.

“Competimos contra universidades de Nuevo México y Texas”, comentó García, “para nosotros fue todo un reto ya que el nivel del concurso es verdaderamente competitivo”, continuó. Así mismo, declaró que se sentía orgulloso de su participación y ve oportunidades para difundir su carrera profesional.

El Tec de Monterrey, en sus diferentes campus, es una de las universidades con mayor promoción de la innovación y emprendimiento social. Por ejemplo, se han desarrollado productos de innovación tecnológica para nuevas formas de usar del concreto a través del campus Guadalajara.

A través del Proyecto POLE, por sus siglas en inglés, (Project Oriented and Learning Enviroment) el Tec campus Guadalajara, recibió a cuarenta estudiantes propios como de universidades de Estados Unidos, así como ocho de Europa con el objetivo y reto de desarrollar a lo largo de un semestre productos de innovación tecnológica aplicados al concreto para CEMEX. Básicamente crear prototipos que experimenten nuevos usos del concreto.

La idea era obtener aplicaciones que innoven lo ya ya existente, lo que va desde mejorar la construcción de viviendas e incluso usar el concreto en objetos útiles en la vida diaria y muebles. Esto sumado a transmitir mediante experiencias digitales los beneficios de este producto sobre la madera, el vidrio, e incluso el acero.

Otro de los proyectos con gran impacto que han logrado estudiantes del Tec de Monterrey a través de un impulso de innovación y emprendimiento social, ahora de la mano del Banco de Alimentos de México (BAMX), es el llamado T-People, donde diferentes alumnos trabajan en conjunto con el banco y crean el proyecto Tipi. Un negocio sostenible que pretende impulsar la economía de familias de bajos recursos en una localidad jalisciense llamada San Antonio Juanacaxtle.

Los estudiantes se acercaron con la población para que a través de conversaciones con habitantes de la comunidad pudiesen descubrir cuáles eran las distintas áreas de oportunidad y al final decidieron inclinarse por la técnica de bordado con el fin de fabricar y vender fundas para lap-top.

La propuesta consistió en el trabajo colaborativo de habitantes microempresarios de la comunidad y sus alrededores, en talleres de costura y bordado de punto de cruz para la fabricación y comercialización de las fundas.

Sin duda alguna, cada vez son más las universidades en México que siguen comprometidas con el impulso de la Iniciativa multidisciplinaria. Estos son proyectos que promueven una forma de colaboración de alto nivel propias del abordaje de proyectos como lo son la equidad, la sostenibilidad y otros retos de sentido humano.

Finalmente cada propuesta cuenta con elementos clave y diferenciadores como la viabilidad económica, la atractividad y factibilidad, pero también deben basarse en modelos que puedan ser escalables en otras regiones y con ello, perdurables en el tiempo.