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El trabajo docente en las aulas es, indudablemente, un desafío constante. El docente no sólo debe poseer los conocimientos necesarios para impartir su materia, sino que también debe encontrarse capacitado para enfrentar los nuevos desafíos que se presenten en materia de educación.
“El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío”.
Horace Mann
La preparación para un docente no termina al obtener un título para ejercer su profesión, por el contrario, apenas comienza. Cada desafío en su quehacer laboral es parte del cumplimiento de un objetivo.
La docencia es una profesión que requiere de un desarrollo profesional enfocado al conocimiento, la enseñanza, la experiencia y, sobretodo, la práctica. Además, las fortalezas y debilidades que el docente proyecte no sólo se verán reflejadas en sí mismo, sino también en sus alumnos.
Pero, ¿cómo desarrollar, entonces, una carrera profesional en docencia cuando es una de las profesiones más demandadas?
¿Cómo desarrollar el trabajo docente?
Fijarse metas
El trabajo docente requiere de una planeación personal. Definir las metas que se pretenda alcanzar es tan importante como revisarlas. Lo mejor es ser realista e intentar ser lo más honesto posible. Analizar los logros obtenidos en la experiencia como docente, puede ser de gran ayuda, pues de esta manera existe una visión más clara de lo que se puede lograr en cierto tiempo, bajo circunstancias específicas. Las metas pueden ser personales o colectivas, desde ayudar a un estudiante que presente alguna dificultad de aprendizaje en el aula, hasta mejorar la calidad de enseñanza de un grupo completo.
Planea estrategias de enseñanza
Una de las herramientas más útiles para los docentes es la planeación. Ésta no sólo asegura un cumplimiento de tiempos y metas, sino que también ayuda a organizar las ideas y los objetivos específicos. Tener en cuenta distintas estrategias de enseñanza demuestra que el docente está comprometido con la educación de todos sus estudiantes en el aula, sea cual sea su disposición de aprendizaje.
Continúa tus estudios
Seguir en la ruta del aprendizaje siempre es bueno, incluso para un docente. Adquirir nuevos conocimientos de su propia materia es una ventaja que, si se sabe aprovechar, hace la diferencia. Estudiar un posgrado en docencia es una buena oportunidad para el crecimiento intelectual y el desarrollo de la carrera profesional.
Ser multidisciplinario
Existen muchas otras áreas que se relacionan con la educación, conocerlas es un plus que define el interés del docente en su área profesional. La ciencia, la tecnología, las artes y humanidades, siempre pueden ser disciplinas aliadas para fortalecer el conocimiento y la cultura general.
Evalúate constantemente
El trabajo de un buen docente se ve reflejado en el desempeño de un buen estudiante. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que la autoevaluación es una valiosa herramienta para conocer cuáles son las debilidades o fortalezas, así como, las áreas de oportunidad. Saber dónde se encuentran éstas es muy importante para hacer una autocrítica al trabajo en el aula, y para mejorar el desempeño profesional.
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