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Se le denomina ventaja competitiva a la característica fundamental de una empresa que la hace diferente al resto de las otras compañías de su competencia y que, por ende, le da una superioridad evidente entre los consumidores.
Las actividades que desempeña una empresa son parte de su propia competitividad. Es decir, éstas dependen del sector industrial en el que se encuentren inmersas.
Actualmente, podríamos hablar de una saturación de mercado: cada vez son más las empresas que se dedican a ofrecer o vender un mismo servicio o producto, lo cual representa un verdadero reto para destacar la ventaja competitiva. Sin embargo, para quienes se encuentran ávidos de emprender ésta puede encontrarse incluso en los detalles.
Si has pensado iniciarte como joven emprendedor, quizá te conviene tomar en cuenta los siguientes consejos sobre cómo conseguir una ventaja competitiva eficazmente.
Producto original o innovador. Si un producto, o servicio, que se ofrece es innovador, por lo tanto, es difícil de imitar. Entonces, el cliente sabe perfectamente que nadie más que determinada empresa ofrece ese producto y por ello vale la pena adquirirlo. Este detalle hace la gran diferencia entre una y otras empresas que hacen competencia.
La efectividad de la marca. Algunas empresas no pueden asegurarse de que su producto sea completamente nuevo en el mercado, pero sí pueden hacer que su marca quede bien posicionada. ¿Por qué se vende ese producto?, ¿por qué comprarte a una empresa y no a la otra que, quizá, lo vende un poco más barato? Para ello se invierten algunos recursos para hacer conocida a la marca, de tal manera que se deja en claro su calidad, su valor y su posición en el mercado.
Tecnología o infraestructura moderna. A través de las nuevas herramientas que ofrece la tecnología, es posible acercarse mejor a las nuevas formas de comunicación. Por ejemplo, un sistema interno o base de datos con la información esencial de los clientes, pedidos o búsquedas recurrentes, ayuda a conocer qué es lo que exactamente están buscando ellos del producto. Además, contar con una infraestructura moderna en cuanto a aparatos electrónicos o tecnológicos, facilita el trabajo del capital humano de una empresa.
Procesos de producción. Evidentemente, es importante establecer los puntos de venta o de distribución del producto en cuestión, por lo que para tener una ventaja competitiva siempre es necesario hacer un estudio de mercado, el cual indicará dónde es mejor ofrecer el producto o servicio, dependiendo, incluso, del sector al que deba acercarse.
Atención al cliente. Este detalle puede hacer la gran diferencia entre las empresas. Aquella que dé valor a las opiniones, sugerencias o comentarios de sus clientes es mucho más confiable y más reconocida. Actualmente, el servicio de atención a clientes es uno de los valores que más buscan cubrir las empresas en beneficio de su negocio. Contar con capital humano amable, eficaz y capacitado para atender las necesidades del cliente es una de las ventajas competitivas más eficaces e inteligentes de las empresas del siglo XXI.
Conocer el concepto de ventaja competitiva es muy importante para los jóvenes emprendedores, quienes serán los futuros líderes de negocios. Pues es esencial saber y reconocer que las empresas pasan por constantes cambios, muchas veces respecto a la economía, por lo que es primordial mantenerse informado sobre técnicas empresariales más necesarias.